Cuando no eres uno de esos comidistas aficionados a la buena mesa de gusto refinado y paladar exquisito los primeros miedos que te asaltan al viajar a Japón son: ¿bajaré cinco kilos de peso cual celebrity en la isla? ¿Acabaré como youtuber grabando videos de mis angustiosas reacciones probando snacks de sabores imposibles? ¿Esto que estoy comiendo es pez globo y mi vista se nubla en tres, dos, uno…?
¡¡¡Fuera agobios!!! En el país de sol naciente encontraréis un sinfín de comidas aptas para cualquier paladar y bolsillo además en https://japonentreamigos.com/fechas/ contáis con la ayuda de los guías especializados que en cada momento os darán recomendaciones y consejos sobre qué y cómo pedir en el país del mundo con mayor número de estrellas Michelín.
-¿Y como se que voy a comer si no entiendo ni el nombre?
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Hamburguesas
Empezaremos con lo fácil. A parte de las cadenas internacionales de comida rápida que las incluyen en sus menús en Japón puedes encontrar otros establecimientos similares en forma y precio como: Lotteria, Wendy’s, First Kitchen, Moss burguer y no tan frecuentemente Burguer King donde tú sigues siendo el “king”, también podéis visitar un Hard Rock si queréis probar la variante nipona de sus hamburguesas.
En muchos establecimientos de la creciente cultura otaku como por ejemplo del estilo del Gundam café se puede degustar también un menú con hamburguesa patatas y refresco.
Si sois más del gusto de una hamburguesa gourmet no os quedéis sin visitar Brozers. Otra opción más japonesa es el Hambagu que se refiere tan sólo a la carne sin el pan (algo que todos soñábamos de niños) servido con una reducción de vino tinto y mezclado con tonkatsu (una salsa japonesa) y ketchup, todo acompañado de verduras al horno y en algunos sitios la podéis pedir rellena con queso.
La hamburguesa que recomendamos desde aquí es la Flower Burguer de carne de wagyu en Bar Zingaro cuyo propietario es el artista Takashi Murakami en Nakano Broadway, lugar que siempre visitamos en nuestros recorridos en Tokio, una sencilla hamburguesa coronada con la inconfundible firma de Murakami sobre el pan brioche (imagen encabezamiento).
Fritos
Todo frito sabe más rico, y en Japón sí saben comerse un frito o Agemono. A parte de que la mayoría de fritos los encontrarás acompañados de limón y de una ensalada de col cortada en juliana con aderezo suave nos adentramos en una amplia gama en lo que a fritos se refiere. Primero separaremos entre tempura y panko.
A diferencia de lo que muchos creen el tempura japonés no se inventó en Japón sino en Portugal en el siglo XVI. Hay tempura de todo lo que imagináis: setas, calabaza, verduras, pescados, mariscos. Lo mejor a la hora de comer este rebozado de harina ligero es que os decantéis por los alimentos de temporada, por ejemplo si viajáis en otoño: calabaza, boniato, berenjena.
Si os gusta el pescado probad el ebi tempura que es langostino rebozado e introducir nuevos sabores como las ostras en tempura. Otro vegetal que podéis introducir y que os sorprenderá es la raíz de flor de loto . Y ahora acerca de los rebozados con panko, que es un pan rallado pero sin la corteza de este en su elaboración, tenéis para elegir entre las siguientes.

Tonkatsu, filete de cerdo rebozado servida ya en tiras para no tener que cortarla con cuchillo y tenedor. Filete de pollo empanado o torikatsu. Korokke o croqueta japonesa, más planita que la versión que conocéis, y puede ser de carne mariscos o vegetales, a parte de servirla con ensalada también se sirve en sandwich. El menchi-katsu una croqueta pero sin bechamel y de carne picada con cebolla sal y pimienta. El ebikatsu o ebi-fry que son langostinos rebozados ya no de tempura sino de panko.
Y el último frito… el que sí es el rey, el pollo frito. Dos variantes: la occidental de piezas de pollo frito en cubos de la famosa Kfc con los que los nipones celebran la nochebuena en pareja, tradición que desarrollaremos en otro post, y la japonesa, el karaage, un pollo marinado rebozado y frito que se sirve también con ensalada de col, altamente recomendable con una cerveza lager japonesa a elegir entre las marcas: Asahi, Yebisu, Sapporo, Kirin o Suntory. Pero posiblemente os cueste más la cerveza que la propia comida por culpa del sistema de impuestos que gravan las bebidas alcohólicas en este país.
Bol de arroz
Y sin alejarnos mucho del mundo del frito, ya entenderéis porque, entramos dentro del mundo del Don… el Donburi.
Es básicamente un cuenco de arroz blanco servido con topping por ejemplo el katsu-don, efectivamente como bien habéis deducido algunos es un bol de arroz (don) servido con un filete de cerdo rebozado encima (katsu) al que se le incluye un huevo revuelto.

Como curiosidad, muchos estudiantes lo toman la noche de antes de un examen de importancia, katsu es un homófono del verbo ganar o ser victorioso, de hay la razón.
El Oyakodon es un bol de arroz servido con cebolla y sobre ella pollo y huevo… un momento, ¿pollo y huevo en el mismo plato? así es. Esta es una pequeña licencia poética del lenguaje japonés. Padre e hijo, pollo y huevo literalmente en un mismo mismo plato.
El gyudon es misma receta pero con carne de ternera fina. El tempuradon es un bol de arroz servido con tempura sobre él. Y una vez acostumbrados a estos sabores probad el unadon que es el bol de arroz pero con un filete de anguila a la parrilla y glaseada con una salsa dulce.
Todos estos bols están disponibles en cadenas como SukiYa y Yoshinoya por toda la isla a un precio muy asequible, en varios tamaños y con más de 40 variedades a elegir.
Empanadillas
Otro de los platos de la gastronomía nipona que se ha popularizado mucho por Europa en los últimos años es la gyoza, una empanadillas de carne o verdura hecha con una masa fina que recuerda a unos tortellini gigantes. Cocinadas a la plancha y después al vapor. Es una opción muy barata y a tan solo escasos tres minutos del hotel en el que nos alojamos en Tokio tenemos un local especializado en este manjar.

Kétchup
Y si lo vuestro es el kétchup tenéis dos opciones. Una es el Omurice que es arroz frito en sartén, con kétchup y pollo, envuelto en una fina tortilla de huevo. Se sirve en muchos restaurantes e izakayas, establecimientos de los que os hablaré en otro post, y otra variante divertida es la que se sirve en los maids café.
En Akihabara las maids os lo servirán haciendo un dibujo en kétchup sobre él o con vuestro nombre mientras realizan un encantamiento. Al fin y al cabo se dice que el corazón de un hombre se gana a través del estómago. Deciros que el omurice se originó en el primer restaurante de estilo occidental llamado Renga tei en el distrito de Ginza a principios del siglo XX y nada que ver con un maid café.

Y la otra opción es el napolitan o naporitan que es básicamente un plato de pasta. Espaguetis con cebolla, pimiento verde, champiñones, salchicha y bacon bañado todo con ketchup. Si degustáis el plato os recomiendo ir cambiando el sabor conforme vayáis terminando el plato y añadir un poco de parmesano a mitad y casi al final unas gotas de tabasco.
Para los carnívoros
Y llegamos a las brochetas: kushiyaki y yakitori. Dos ricas elaboraciones de carne en brocheta y cocinadas a la parrilla o una brasa generalmente de carbón.
El kushiyaki es de ternera y el yakitori de pollo y en ambas recetas la carne se intercala con cebolla, pimiento, calabacín o puerro, e incluso algunas otras brochetas se realizan con pescados, mariscos o casquería fina. Se suelen glasear con una salsa dulce de soja, no os asusteis es dulce eso es garantía de que estara bueno. En nuestra visita de https://japonentreamigos.com/fechas/ a Omoide Yokocho, un laberinto de callejones fascinante de Tokio en el que el tiempo se detuvo en 1950 y mi rincón favorito de Shinjuku, podréis degustar todos estos platos.

Y si algo bueno tienen en Kobe y no hablo solo de Iniesta es la ternera. En Japón, sobretodo en Tokio, siempre tendréis un restaurante de kobe para vosotros donde podréis degustar esta carne en todos sus estilos culinarios: teppanyaki sobre una plancha de hierro al grill, shabu shabu o hot pot en olla caliente junto con verdura, sukiyaki al estilo del shabu shabu cocida o hervida, o en sashimi osea cruda. Un buen local donde encontraréis wagyu a un precio razonable, fantástica atención y una cocina a vuestro gusto es Ikinari Steak.
Konbini
Por último en los konbini o Seven Eleven, que son pequeños supermercados abiertos las veinticuatro horas por toda la geografía del país, podréis encontrar muchos de los platos que os hemos sugerido en forma de bento. Un bento es un recipiente o cajita tipo Tupperware con comida preparada que suele estar compuesto de una parte de arroz blanco, imprescindible en la dieta japonesa y pescado o carne.
En muchos encontraréis el pollo karaage mencionado antes, salmón o tortilla, e incluso los hay con croquetas o hamburguesas. De venta también veréis los katsudon o bol de arroz con el filete empanado y las empanadillas de carne. Todo esto os lo pueden calentar en el mismo Konbini y podéis comerlo allí si no queréis llevarlo al hotel. También tienen onigiri que son unos triángulos de arroz blanco y algunos son de simple atún con mayonesa suelen ir recubiertos con un alga nori pero si eso os resulta inconveniente al paladar la podéis retirar sin problema.

A parte tenéis toda la gama de snacks, patatas fritas y repostería industrial por todos los lineales del supermercado y , a contrario de lo que puede suceder en occidente, con unos precios más que razonables y quizá lo más económico de lo mencionado en el post.
Recordaros que en todos los restaurantes se sirve de manera gratuita agua con hielo o té verde.
Espero haber despejado los miedos y haber llegado a vuestros estómagos o al menos abriros el apetito y de esta manera conquistar a todos con mi primer post escrito con todo mi corazón para «Japón entre amigos».
Y si vuestro único miedo ahora es como elegir, pedir y pagar sin peligro de que un malentendido pueda generar ningún conflicto diplomático de alcance internacional estad atentos al próximo post sobre comida. O mejor suscribiros.
¡Itadakimasu!