Uno de los elementos culturales mas famosos del País del Sol Naciente es el té. Concretamente el té verde, muy diferente del té negro que estamos acostumbrados a beber en Europa, si bien es cierto que, en menor medida, también podemos encontrarlo allí. La diferencia entre ambos es el proceso de secado. El té negro se seca completamente hasta tostarlo mientras que el té verde se seca en menor medida y se le aplica una serie de procesos para terminar de quitarle la humedad. Existe otro tipo de té, también consumido en Japón, que es un termino medio entre el té negro y el verde, es el llamado té marrón.
Se saca de un arbusto denominado Camellia sinensis. Existen mas de 100 variedades de esta planta, cada una con una densidad de follaje y sabor diferente. Normalmente en cada plantación encontramos las 10 o 20 variedades mas famosas entremezcladas, para que al cosechar, el sabor que se produzca sea homogéneo.
La Camelia sinensis es una planta débil, necesita de unas condiciones determinadas para asegurar su crecimiento. Necesita una base de tierra arenosa, entremezclada con rocas, situada cerca de una fuente de agua dulce y un clima de mucha humedad. Por tanto es una planta que crece fácilmente en Asia, y que fue introducida en Japón proveniente de China.
Debido a la orografía de Japón, los campos de té suelen estar situados en las laderas de las montañas, lo cual es una ventaja, ya que permite que que el sol dé directamente a un área mayor y haya mas cantidad que si estuviera situado en una superficie plana.
Se producen 3 cosechas de té al año, la primera a finales de abril y principios de mayo, de ahí se saca el mejor te, se le llama shincha 新茶(té nuevo). La segunda cosecha se produce a principios de julio y la última a principios de octubre. El proceso de recolección ha cambiado con el tiempo, antiguamente (y aun hoy en día para el té de mejor calidad) se recogía a mano, decenas de personas en cada campo, con un cesto en la espalda ,recogían las hojas mas nuevas. Hoy en día se usan unas sierras curvadas, a las que se le cogen grandes bolsas de tela.
Los tes más consumidos en Japón son Uulongcha (té negro), Houjicha (té marron), sencha, gyokuro, kabusecha, genmaicha, matcha y kukicha (té verde). Las diferencias entre los distintos tes verdes se consiguen en el cultivo o en el procesado final. Así por ejemplo, el kabusecha se consigue cubriendo con una tela negra la planta de té entre 14 y 20 días antes de su cosecha. el Gyokuro también se cubre pero mucho mas tiempo, consiguiendo así un sabor mucho menos amargo, mientras que el sencha no se cubre y el matcha es simplemente hojas de sencha trituradas hasta hacerlas polvo.
Cada 25 años se hace una poda profunda del arbusto y a los 100 años se sustituye por una planta nueva para asegurar el buen sabor. Las semillas de té tardan entre 6 meses y 3 años en germinar, por lo que los agricultores recurren a comprar acodos para sus plantaciones. Dichos acodos deben pasar 2 años creciendo en una tierra con características especiales y cubiertos con la tela negra. Una vez plantados en su ubicación final no son aptos para el té hasta que la planta no tiene 5 años.
Los japoneses otorgan gran importancia a los productos orgánicos, para que una planta de té elimine el 100% del pesticida que ha adquirido necesita mas de 10 años por lo que las plantaciones de té orgánico suelen estar situadas en medio de bosques, aisladas, en la alta montaña, con difícil acceso y su productividad es mucho mas limitada, lo que encarece el precio.
2 comentarios en “お茶, el té verde en Japón.”
Felicidades por tu primera entrada Luis, te ha quedado genial la verdad. Me encanta, sobretodo el saber que todo lo que nos cuentas es de primera mano ^^
Muchísimas gracias. Me hace mucha ilusión unirme a este proyecto. Espero poder sorprenderos de nuevo con mas detalles y curiosidades.