Título largo donde lo haya pero que describe perfectamente de lo que vamos a hablar. Cinco calles que los japoneses desean con toda su alma poder visitar y recorrerlas de arriba a abajo, pero no son cinco calles cualquiera, sino cinco calles llenas de historia, cinco calles que nos trasladan a un Japón ancestral, vamos a conocerlas.
Oharai-machi, Ise, prefectura de Mie.
Esta calle que comienza en la entrada de uno de los santuarios más sagrados de Japón, el Ise Jingu. Ohari-machi recibe su nombre del ritual de purificación Shinto conocido como Ohari el cual realizan los peregrinos antes de cruzar la puerta torii que da entrada a la calle principal.
Esta calle era muy importante durante el periodo Edo donde cada año el templo recibía más de cuatro millones de visitas, que se dice pronto.
Hoy en día se conservan muchos de los edificios de antaño, lo que no hace parecer que estamos paseando por un Japón de otra época.
Justo al otro lado de la calle, detrás de las casas tenemos un precioso río que hace que disfrutemos aún más de nuestro paseo. Disfrutad de este vídeo de la calle ^^
Tsumago-juku, Nagiso, prefectura de Nagano.
Situada entre las montañas de Nagano se encuentra esta antigua ciudad, la cual era la parada 42 de las 69 que tenía la ruta Nakasendo que unía Kyoto con Edo.
Transcurre a través del hermoso valle de Kiso y está situada en la orilla este del río Araragi-gawa.
Antiguamente los señores feudales viajaban y cruzaban esta calle junto a sus séquitos.
En la actualidad todavía guarda su aspecto más tradicional. Se dice que durante al cruzar la calle bajo las nieves del invierno todavía pueden sentirse los fantasmas de los antiguos moradores de la zona.
Shirakawa-go, Shirakawa, prefectura de Gifu.
Esta es una de las ciudades patrimonio de la humanidad más famosas de Japón gracias a sus enormes casa tradicionales de madera llamadas gassho-zukuri.
Las casas se preservan desde el año 1976 y están situadas en un enclave rodeado de montañas que les da un aspecto que deja sin aliento.
En 1995 los pueblos Shirakawa-go y Gokayama fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El pueblo ofrece un paisaje espectacular en cualquier época del año, pero personalmente cuando más me gusta es en invierno.
Kurashiki-bikanchiku, Kurashiki, prefectura de Okayama.
La Ciudad de Kurashiki, es una antigua ciudad que floreció durante el período Edo, es un área de especial belleza y cuidadosamente preservada desde 1969. Con pintorescas calles a ambos lados de un canal largo, la gente se refería a ella como la «Venecia de Oriente«.
La ciudad era originalmente un centro de distribución de arroz y el nombre de Kurashiki hace referencia a la palabra almacén.
El centro de la calle está llena de tiendas de recuerdos y de restaurantes tradicionales siendo una zona muy turística.
Taketomi-cho, Isla de Taketomi, prefectura de Okinawa.
Situada en la cadena de islas Yaeyama, a 300 km al sur-oeste de la isla principal de Okinawa la ciudad Taketomi es bien conocida por sus tradicionales casas de techos rojos, construidas con un estilo arquitectónico que se remonta a una época en que las islas eran una entidad separada a Japón y eran gobernadas por el reino de Ryukyu.
El paisaje urbano aquí es el de un Japón muy singular, con caminos de arena blanca rodeada por muros de piedra.
Estas han sido las cinco calles de Japón, tan diferentes y a la vez todas nos hacen querer visitarlas una y otra vez, no solo los japoneses desean conocerlas, creo que también todos nosotros deseamos verlas y poder disfrutar de ellas como antaño lo hicieron sus antecesores.
Fuente: Rocketnews24